Cualquier fin de semana del año es bueno para viajar a Glasgow y descubrir sus encantos. Puedes comenzar visitando la Necrópolis, un impresionante cementerio victoriano al que se llega por el puente de los Suspiros, desde donde disfrutarás de unas vistas mágicas de la ciudad. A su lado se encuentran la catedral gótica de San Mungo, muy popular por aparecer en la serie Outlander y porque la cripta de su interior guarda el sepulcro de Mungo, el patrón de la ciudad, y Provand’s Lordship, que alberga una colección de mobiliario escocés.
El trabajo de Charles Rennie Mackintosh, el arquitecto de art nouveau más importante de Escocia, está presente en innumerables edificios, como Glasgow School of Art, la bonita casa de House of an Art Lover o The Lighthouse. Continúa tu ruta visitando Kelvingrove Art Gallery and Museum, en cuyo interior verás una variada colección de obras, entre ellas el Cristo de San Juan de la Cruz, de Dalí, o cuadros de Picasso. Desde aquí puedes ir a la universidad de Glasgow, que se cuela entre edificios neogóticos y lanes con un aire muy bohemio, cuyo claustro y sus bonitos jardines te atraparán.
El último día de tu escapada de fin de semana en Glasgow puedes aprovechar para visitar Geroge Square, donde están el edificio del ayuntamiento y la estación de Queen Street, o para dar un paseo por la orilla del río Clyde, donde se encuentran Riverside, que alberga el museo del Transporte, y el auditorio SECC.
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