Milán es una metrópoli repleta de lugares de interés, en los que puedes adentrarte en un fin de semana. El punto de partida es la plaza del Duomo, decorada con el neoclásico Palazzo Reale, con la galería de Vittorio Emanuelle II, que alberga las tiendas más lujosas de la ciudad, y con el imperioso Teatro de la Scala. La preside la impresionante catedral gótica, la tercera de culto cristiano más grande de Europa.
Continúa visitando la Piazza Mercanti, en la que descubrirás el Palazzo della Regione, de estilo medieval, y la iglesia de Santa Maria delle Grazie, que atesora la obra mural de La última cena, de Leonardo da Vinci.
El castillo de Sforzesco, un lugar imprescindible durante tu fin de semana en Milán, es interesante por los museos que alberga: la Pinacoteca, que contiene cuadros de Tiziano o Canaletto, el de Arte Antiguo, donde contemplarás la Piedad Rondanini de Miguel Ángel, y el Arqueológico, con objetos egipcios y romanos.
Milán vive de la moda y para la moda. La mejor manera de comprobarlo es recorriendo el Quadrilatero d'Oro, la gran zona comercial, formada por varias avenidas, donde se encuentran las tiendas, los shows rooms y las boutiques más exclusivas del mundo.
Si te sobra tiempo, visita el cementerio Monumental, que constituye un auténtico museo al aire libre. Está repleto de mausoleos, panteones y lápidas con diseños arquitectónicos impresionantes, donde yacen Verdi y otros personajes ilustres de Italia.
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