Bruselas, la capital de Bélgica, es Europa en estado puro. Olvídate de la monotonía del hormigón de las instituciones europeas y prepárate para ver una urbe cosmopolita y sorprendente, en la que siempre hay algo que hacer. Sus calles muestran una singular mezcla de gigantescas y modernas construcciones de vidrio y acero con edificios art nouveau y del siglo XV, lo que le imprime una distinción única. En esta urbe, con una trepidante vida cultural, está la plaza más bella del mundo y se le rinde homenaje al grafiti.
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La capital belga cuenta con una colección de lugares de interés de visita ineludible durante tu escapada de fin de semana. Una vez aterrizado tu vuelo a Bruselas, dirígete al casco viejo. Es el corazón de la ciudad, organizado en torno a la bellísima Grand-Place, considerada la plaza más bella del mundo y declarada Patrimonio de la Humanidad. Está rodeada de casas gremiales, por el edificio del ayuntamiento y por la Maison des Boulangers y su gran cúpula de cobre. Saliendo de ella, a unos metros, encontrarás el Manneken Pis, la escultura más irreverente de la ciudad, que representa a un niño haciendo pipí en el borde de una fuente.
¿Sabías que la ciudad belga tiene más de 500 edificios art nouveau? Se reparten por los barrios de Ixelles, Saint Gilles, Bailli y Brugmann. Como no puedes verlos todos durante un fin de semana en Bruselas, te recomendamos el Hotel Hannon, la casa de Paul Cauchie y la Maison Ciamberlani.
Bruselas tiene más de un centenar de museos. Los más populares son el Centro Belga de la Bande Dessinée, consagrado al mundo del cómic; el Atomium, para los amantes de la arquitectura; y el ADAM, que expone las obras hechas en plástico por Philippe Decelle.
Termina tu escapada a la capital belga recorriendo el mercadillo de la Place du Jeu de Balle. Esta coqueta plaza, además, está repleta de establecimientos consagrados al chocolate, donde podrás comprar o saborear auténticas obras de arte. En la avenida Louise, que forma un eje con esta plaza, encontrarás una larga lista de tiendas y cafés centenarios que te permitirán despedirte de la ciudad a lo grande.
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No te imaginas las cosas que puedes hacer en Bruselas. Prepárate para descubrir una ciudad repleta de contrastes y en la que todo es posible. Te damos algunas ideas.
Viajar a Bruselas merece la pena. Da el paso y sumérgete en la esencia más auténtica de Europa.
La gastronomía bruselense es rica y variada. Está compuesta por un buen surtido de platos, en los que la influencia francesa y alemana están muy presentes. Te damos algunas pistas para que sepas qué comer en Bruselas.
A la hora de pedir algo para beber, que sea cerveza. Bélgica es el primer productor del mundo, por lo que tienes dónde elegir. Las más populares son Leffe, Duvel o Stella Artois.
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Si quieres conocer a fondo unas de las capitales europeas más fascinantes y no perderte ninguno de sus atractivos, te recomendamos una estancia de, al menos, tres días. Aunque en un fin de semana puedes apurar la esencia de la ciudad, siempre resulta conveniente contratar un paquete vacacional en Bruselas para un periodo más largo: en ocho días puedes exprimir la ciudad y disfrutar de Bélgica en plenitud.
Bruselas es una de las maravillas de Europa. Si quieres traerte un trocito de vuelta en tu maleta, apunta nuestras sugerencias para responder con solvencia a la eterna pregunta con que concluye cada viaje: "¿qué comprar en Bruselas?".
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