Si hay algo que caracterice a la gastronomía tunecina es, sin duda, la dieta mediterránea. Una cocina en la que predominan el aceite de oliva, las especias y las verduras. Cuenta también con influencias de otras tradiciones culinarias, como la judía y la bereber. A estos últimos les deben el cuscús, plato nacional árabe, elaborado a base de sémola de trigo con cordero, pollo o pescado.
En su nutrición hay hueco para las ensaladas, siendo la mechouia y la tounsya las más comunes. Elaboradas a base de pimientos asados dulces y picantes, mezclados con tomate y aceite de oliva.
Carnes y verduras son grandes presentes en los platos de Túnez. Destacan los deliciosos tajines, pasteles gratinados a base de carne y verdura. La meloukhia, guiso de carne de cordero estofada con salsa verde. O los briks, rollos de harina fina rellenos de carne, pollo o atún.
Los postres tunecinos emplean dátiles, miel y frutos secos, mayormente. El masfuf y el makrouhd son postres que utilizan estos ingredientes, obteniendo como resultado auténticos manjares. Obligado terminar la comida con un té a la menta, bebida nacional árabe.
Seguro que estás deseando conseguir un vuelo de Barcelona a Túnez para probar este festival de sabores para tu paladar.